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Esta es la historia que me conmovió y nos enseña que las barreras nos las ponemos nosotros.

Santiago nació con un una enfermedad llamada focomelia, que impide el normal desarrollo de las extremidades, en su caso, las superiores. Todo pasó cuando él ni siquiera podía enterarse. Su mamá, doña Olga, no sabía que estaba embarazada nuevamente, por tercera vez, cuando decidió no tener más hijos. Fue a que la operaran y le aplicaron una anestesia que afectó a Santiago: nació sin el brazo izquierdo y en el derecho tuvo problemas de desarrollo. De hecho, le faltan dos dedos, y se le dificulta el movimiento. 

Su familia no le dio la espalda, no lo despreció. Desde que tiene uso de razón recuerda que así ha sido. Aún vive con su papá, don Norbey, con su mamá y sus dos hermanos mayores. Nunca está solo, pues además de sus hermanos, tiene muchos amigos. Por estos días, en los que su nombre suena por todas partes por haber debutado en el fútbol profesional, en un partido de la Copa Colombia (el pasado 3 de mayo), dice que hasta tiene más novias, y se ríe. Asegura que su infancia fue feliz, que nunca se acomplejó y que no recuerda malos tratos o burlas u ofensas. “Siempre hay dificultades, pero me han aceptado. Nunca me han discriminado. A veces hay tristezas porque no salen las cosas, pero eso es normal, a todos nos pasa”, cuenta Santiago. 

A los 6 años empezó a jugar fútbol. Su discapacidad nunca estropeó sus sueños. Quería ser futbolista. Soñaba con debutar en el fútbol profesional. Ya lo logró. Hace cuatro años llegó a las divisiones menores del club Leones. Desde entonces, su vida es más feliz que siempre. 


link: eltiempo.com

Comentarios

  1. ¡Qué linda historia! Me encanta tu blog se superación, ayudará a muchas personas :)

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  2. ¡Qué historia tan conmovedora! Gracias por la información


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